Genres: | Gyser, Drama, Horror |
---|
Cuando un instituto se convierte en la zona cero de un devastador virus zombi, los alumnos atrapados deben luchar por escapar... o unirse a la horda de infectados.
En el laboratorio de Lee Byeong‑chan, una alumna sufre un mordisco aparentemente inofensivo. Pero pronto se propaga un virus que deja el instituto cubierto de sangre.
Los infectados se multiplican en masa. Nam On‑jo y Lee Cheong‑san, que tratan de sobrevivir, encuentran refugio en un aula con otros alumnos... pero no por mucho tiempo.
Cuando un zombi araña a un miembro del grupo durante una pelea, Lee Na‑yeon exige que lo echen. Fuera del instituto, el virus se apodera de la ciudad.
Dos alumnos emprenden un viaje arriesgado a la sala de profesores en busca de un móvil. Byeong‑chan le proporciona información crucial al inspector Song Jae‑ik.
Se declara la ley marcial en la ciudad. Cuando Cheong‑san es separado del grupo, On‑jo lidera una misión para localizarlo con un dron.
El grupo consigue abrirse camino hacia Cheong‑san al usar el sonido para alejar a los zombis, pero surge una nueva amenaza. Nam So‑ju se escapa del campo de cuarentena.
Para poder salir de la sala de música y llegar a la azotea, los alumnos ponen en marcha su plan más peligroso hasta la fecha. Entre tanto, Jae‑ik sufre un contratiempo.
Jae‑ik y compañía se encuentran con una alumna del instituto. Na‑yeon se arma de valor para enfrentarse a los demás. El grupo se sincera alrededor de una hoguera.
Un incidente en el campo cambia la forma en la que el ejército responde ante el virus. Una tormenta proporciona cobijo mientras el grupo decide seguir avanzando.
El auditorio se transforma rápidamente en una trampa para los dos grupos de supervivientes. Los vídeos de Byeong‑chan revelan una drástica solución para la crisis.
Aunque un protector inesperado ayuda al grupo a llegar a su siguiente destino, Yoon Gwi‑nam les pisa los talones. El ejército toma una decisión terrible.
Los alumnos llegan al campo de cuarentena, todos destrozados por sus trágicas pérdidas. Meses después, se aferran a la esperanza de que haya supervivientes.