Eva, viuda y madre de dos hijas, sufre de trastorno de estrés postraumático después de un asalto sin resolver, y del secuestro y muerte de su esposo.
En ese momento, Eva desapareció misteriosamente solo para ser descubierta horas después en su propio patio trasero. La policía nunca creyó del todo la denuncia de secuestro que presento, asumiendo que simplemente era una mujer desestabilizada por su perdida.