En el último capítulo de Secret Story 2, fue el turno de la concursante Brenda Bolarín de sincerarse
como es de costumbre en el programa, siempre estamos descubriendo la historia de los concursantes
y en el más reciente capítulo fue Brenda quien rompió su capullo y le contó a todos su vida,
marcada por sucesos horribles, tomando a todos por sorpresa, debido a su personalidad vivaz.
Desde el inicio, Brenda lo tuvo difícil, siendo criada por una madre alcohólica y con un padre ausente, empujándola
a una adolescencia de rebeldía, y a abrir sus alas a temprana edad, mudándose de su casa con tan solo 19 años
en compañía de su en ese entonces novio, que en el futuro se convertiría en el padre de sus hijas
dejando así atrás a su madre con la cual no tenía una buena relación
que hasta el final le complicó el camino, no dejándole siquiera sacar sus pertenencias, a pesar de que Brenda
desde los 15 trabajaba por sus cosas.
Tras la muerte de su madre, y su padrastro, sintió que se le iba la vida, contó en el programa, pues se había quedado
totalmente huérfana.
Víctima también de acoso laboral, lo cual solo complica las cosas para quien sea, pues no es algo
que nadie quiera vivir, tener a alguien haciéndote imposible la tranquilidad en algo tan importante
como tu ambiente laboral, a cualquiera desequilibra.
Y aunque sus dos hijas han sido una bendición, ahora se enfrenta al divorcio, que la ha dejado con graves secuelas
económicas, lo cual ha revelado fue lo que le motivo a probar suerte con Secret Story.
Definitivamente no lo ha tenido fácil, y toma valentía contar este tipo de cosas en la televisión abierta,
donde todos pueden tener una opinión sobre tu experiencia.
Esperemos que el formato le favorezca, y así tenga un buen paso por Secret Story 2.