Para sorpresa de todos, esta semana en “Maestros de la costura” resulto eliminada Isabel Gomila, una de las
participantes favoritas del público para ganar la competencia. Con mucha tristeza y en un mar de lágrimas de sus
compañeros y los jueces se ha despedido del programa la talentosa diseñadora.
Lorenzo Caprile y Raquel Sánchez Silva no pudieron evitar conmocionarse, y es que la aprendiz era una de las más
queridas por la audiencia y por sus compañeros, y ha sido una sorpresa aunque en el pasado programa pudimos
apreciar que nadie en esta competencia tiene un puesto asegurado, todos están pendiendo de un hilo.
La mercería terminó convirtiéndose en una batalla campal, porque cada pieza era diferente y no se trabaja de la misma
manera con cada una de ellas. Los competidores lucharon entre ellos y parecía que iban sobrados de tiempo, pero les
acabó pillando el toro. “Ahora es cuando empieza la presión”, reconocía Isabel. Caterina terminó de última mientras
que Pablo tuvo hasta tiempo de darle unos arreglos de más.
Al terminar la prueba, Lili fue quien resultó ganadora “Estoy muy contenta, pero claro, ser primera, a lo mejor
significa ser jefa del taller…”, decía la aprendiz preocupada. Isabel se quedó con la medalla de plata y
Eduardo Navarrete se llevó el último puesto de la prueba.
De visita en el Museo de la Seda de Valencia fue como empezó la prueba de equipos.
Isabel, Caterina y Lili estaban dispuestas a darlo todo por sus compañeros, aunque este desafío vaya en contra
de sus principios “No es algo que yo haría en mi marca ni en mi casa, pero no podemos fallar al equipo”,
señalaba Isabel. Al salir triunfadora en la primera prueba Lili era la encargada de capitanear ambos equipos
de la competencia, no todos sus compañeros confiaban en sus capacidades, sin embargo, Pablo mostró
gran apoyo a su compañera “Yo confío en Lili. A mí me encanta como jefe de taller, como compañera
y como trabajadora”.
A quince minutos de terminar la prueba, Isabel, Borja (al cual trajeron de vuelta para este programa) y Eduardo
se indignaban porque la jefa de taller estaba más enfocada en el equipo contrario.
“Gracias, Lili, de verdad” dijo Isabel con ironía, que acusaba a su compañera de haber tenido un equipo favorito.
El tiempo le pasó factura al equipo verde y de los complementos, solo se salvó el fular, que juntos le echaron
la culpa Lili de la mal valoración obtenida.
En esta ocasión la prueba de expulsión estuvo muy reñida, Borja fue el primero en entrar a la mercería como privilegio
por haber sido el mejor de su equipo. Isabel optó por diseñar un little black dress, mientras que Eduardo elaboró
un caftán y Borja escogió elaborar un abrigo de paño. Borja se llevó la mejor valoración y que así la cosa entre
Eduardo y Isabel dos amigos enfrentados por la competencia. “Para mí ha sido muy especial haber estado aquí,
porque amo esta profesión más que nadie” aseguraba la aprendiz entre lágrimas antes de marcharse
de la competencia.